Una de las rutas más espectaculares a realizar en el Macizo del Montseny es subir a Sant Miquel dels Barretons, y mucho más, si lo haces con tu bicicleta.
Para alcanzar Sant Miquel, una buena opción es salir desde Collformic, siguiendo una pista que justo sale desde la carretera en fuerte subida, camino al monasterio de Sant Segimont. El acceso está restringido para vehículos a motor. El último tramo es un sendero que parte del camino al monasterio, bastante más técnico y empinado, incluso peligroso, pues en su finalización bordeamos por encima de unos vertiginosos peñascos hasta llegar a Sant Miquel, pero es el tramo más espectacular y expuesto del Montseny. Las vistas son verdaderamente espléndidas. Mucho cuidado!!
Desde este punto, también es posible bajar a Sant Segimont, pero a pie.Como bien se observa en esta imagen, Sant Miquel queda justo encima del Monasterio de Sant Segimont (imagen tomada el pasado otoño)El camino desde Collformic está restringido al tráfico motorizado, por lo que su acceso solo es posible a pie o en bicicleta. En la entrada al monasterio hay una posada donde se pueden comer platos combinados. Mejor reservar antes de ir (639 56 86 22).Con el pueblo de Viladrau situado al fondo, a la derecha, esta es la perspectiva del monasterio desde Sant Miquel. El origen del santuario de Sant Segimon se remonta al siglo XIII cuando se construyó una capilla aprovechando la cueva, que según dice la tradición, fue habitada, por Segismundo, rey de Borgoña, que hizo de ermitaño. A lo largo de su historia ha sufrido destrucciones e incendios. Actualmente está en proceso de restauración una parte de su conjunto. Visitad la cueva de Sant Segismundo que queda al Nord-este del edificio. El acceso al recinto monacal está restringido por obras de restauración.
Sant Miquel de Barretons es una ermita encima de una montaña de piedras a 1.300 metros sobre el Santuario de Sant Segimon. El sobrenombre de barretons le viene por unos sombreros de paja que se guardaban en su interior, que según dice la tradición, curaban el dolor de cabeza. La ermita es del 1550 y desde 1936 no tiene culto.
Fue construida probablemente en el siglo XVI por el ermitaño Miquel, procedente de Borgoña, atraído por la leyenda de Segimon, quién le dio el nombre de Sant Miquel. El pequeño edificio está en un estado deplorable y ruinoso, esperemos que algún día sea restaurado….