Había pasado multitud de veces en bicicleta cerca de allí, pero nunca llegué a encontrarla. Por fin pude localizarla siguiendo un espinoso y desdibujado sendero y allí estaba Sant Miquel de Canyelles!!

Está envuelta en medio de la vegetación, hecho que dificulta su localización.
San Miquel de Canyelles es una ermita románica construida hacia el siglo XII, sobre la que no se han hecho reformas significativas. Es un edificio de planta rectangular con el ábside también rectangular. La nave consta de dos tramos separados por un arco presbiteral y está cubierta con vuelta de cañón de piedra, donde todavía se conserva el mortero con las marcas del encañado. El menaje de los muros es de sillares escuadrados de pequeñas dimensiones dispuestos en hiladas regulares.
Al presbiterio hay los restos de un altar de obra con restos de pintura. Como únicas aperturas del edificio encontramos el portal del muro de mediodía, de arco de medio punto con pequeñas dovelas; una ventana al ábside en forma de cruz y una de cuadrada a poniente.
El menaje de los muros es de sillares escuadrados de pequeñas dimensiones dispuestos en hiladas regulares.
La primera noticia documental de la capilla de San Miquel de Canyelles se remonta en el año 1309, a pesar de que el parecido de su técnica constructiva con la de San Salvador de Avencó, tenemos que pensar que ya existía en el siglo XII. Entre los siglos XVIII y XIX se encontraba en mal estado de conservación; tanto es así que se prohibió la procesión que se hacía el día 8 de mayo desde la iglesia de Aiguafreda de Dalt.
Su propietario, Jaume Serra de l’Arca, la hizo restaurar en 1828. Con el estallido de la Guerra Civil fue profanada y se dejó de celebrar la festividad del 8 de mayo.
C’est austère ! mais très beau. Bonne journée
Merci beaucoup!! Bonne journée!