La Plaza Real, por su belleza, vida y situación es uno de los lugares más frecuentados de la ciudad de Barcelona, llamados por su belleza, singularidad y gran oferta lúdica que encontramos alrededor de la plaza.

La experiencia de entrar en la Plaza Real de Barcelona es única, ya que estamos hablando de una de loas pocas plazas cerradas de la ciudad

Construida en honor del rey Fernando VII y diseñada por el arquitecto catalán Francisco Daniel Molina Casamajó, después de ganar un concurso público organizado por el Ayuntamiento de Barcelona.

Encontramos varios bares, restaurantes, pizzerias, una marisquería que convierten a la Plaza Real en una atractivo gastronómico, esto si, con precios habitualmente más pensados para turistas.

Las palmeras son un elemento ornamental exclusivo de este rincón de la ciudad

Sus pasajes y callejuelas que se conectan con la plaza son de origen medieval, quedaron cortadas por la construcción de la nueva plaza.

La gran fuente de hierro central es obra del escultor y fundidor de metales francés Antoine Durenne, denominada Fuente de las Tres Gracias