Desde hace ya casi unos treinta años, Seva se convirtió para nuestra familia, en la válvula de escape para huir de la frenética vida en la ciudad; un magnifico entorno para recargar pilas y tener contacto directo con la naturaleza.
Desde entonces, todos los fines de semana y vacaciones, Seva se transformó en nuestro refugio y nuestra droga, a la que no podemos dejar de abstenernos.
Lugar ideal para los que vivimos en Barcelona, bien comunicada, a 45 minutos en coche, sin tráfico excesivo y en pleno ambiente de montaña, a 700 metros de altura, en la misma falda del macizo del Montseny.

Seva es un municipio de la comarca de Osona, en la provincia de Barcelona. Tiene un importante núcleo de población llamado Sant Miquel de Balenyà, que se formó alrededor de la estación de tren, a unos tres kilómetros del mismo pueblo de Seva.
Éste está formado por los sectores: Antic, Sant Miquel de Balenyà y l’Aguilar, y las urbanizaciones: Serrabardina, Montanyà, Can Garriga, Perafita i Pinós.
Hoy en día, se puede decir que su población se aproxima a los 4.000 habitantes.
La población de Seva está documentada desde el año 904 y conserva la estructura del antiguo núcleo fortificado, con elementos románicos y góticos. Hay que destacar la iglesia de Santa Maria de Seva, de finales del siglo XI.
La vegetación es la característica de la falda del Montseny y como es lógico cambia con la altitud. Los árboles más destacados son la encina, el pino y el roble.
El clima es mediterráneo de montaña media con influencia marítima y las temperaturas son agradables en verano y frías, o muy frías, en pleno invierno.
Si queréis conocer más a fondo la población de Seva, clicad : El poble de Seva als peus del Montseny











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