En una imagen o fotografía esta técnica consiste en buscar el lugar donde convergen las líneas oblicuas. Estas pueden ser tanto imaginarias como reales, pero han de parecer en tres dimensiones y paralelas. El punto de unión de todas ellas es el punto de fuga de la fotografía. Las imágenes con punto de fuga consiguen cierta perspectiva y ofrecen sensación de profundidad a la foto.

El punto de fuga es una potente herramienta compositiva. El paisaje, la arquitectura y la fotografía callejera, son los mejores campos para utilizar esta técnica. Las escenas naturales y artificiales a menudo brindan la oportunidad perfecta para buscar puntos de fuga.

Como puedes ver en esta imagen, las líneas llevan tu mirada a un punto dentro de la imagen. Ese es el punto de fuga: el lugar, en un medio bidimensional, donde convergen líneas oblicuas, que en un medio tridimensional serían paralelas. El uso del punto de fuga en la pintura fue un avance tremendo del Renacimiento, que permitió la representación del volumen en un solo plano.

El ángulo o «punto de vista» es esencial para obtener esta clase de imágenes. En este caso se trata de un plano cenital.

Un ejemplo de fotografía urbana o callejera. Las líneas horizontales y verticales nos dirigen la mirada hasta este simpático repartidor de bombonas de butano.

Para utilizar el punto de fuga de forma eficaz, necesitará una gran profundidad de campo para mantener todos los elementos nítidos. Dependiendo del objetivo y de la escena, una apertura de alrededor de f11 o f16 debería funcionar bien.

Una vez que detectes el punto de fuga y configures la cámara para capturarlo, debes decidir dónde debe ubicarse en el encuadre. A menudo, el punto de fuga está en el medio del encuadre.

Puedes utilizar el punto de fuga en cualquier punto de la imagen y potenciarla con los tonos y las sombras, utilizando la regla de «los tercios»

Este es un ejemplo típico de paisaje con perspectiva lineal y punto de fuga.

Aquí aprovecho los railes de tren para proyectar la mirada hacia el TGV que viene a toda velocidad, añadiendo un retoque de edición para dar más dramatismo a la escena.

Para enfatizar un punto de fuga, intente colocar la cámara cerca del comienzo de las líneas que lo generan, con la cámara situada casi a ras del suelo.

Cubrir o acompañar el punto de fuga con un sujeto puede crear más interés en la imagen. En lugar de mirar al infinito donde aparece el punto de fuga, nuestra mirada, esta vez, se dirige al sujeto. De esta manera, puedes darle más protagonismo. En este caso el «sujeto» es Eric, mi nieto.

Utilice una lente gran angular para hacer que los sujetos más cercanos parezcan aún más grandes. Mientras tanto, los sujetos en la distancia se verán más pequeños y parecerán más lejos. El sujeto es Toby, mi mascota.

En esta imagen se utilizan dos perspectivas con puntos de fuga diferentes. Cualquiera puede crear una perspectiva de dos puntos en fotografía. La forma de hacerlo es teniendo dos puntos de fuga en la línea del horizonte.

Aprovechando la estrechez de este conglomerado de estrechas calles en el barrio Gótico de Barcelona, pude captar mediante panorámica, estos tres puntos de fuga bien definidos.

También puede cambiar el nivel de convergencia disparando desde una altura de cámara lo más baja posible. Cuanto más bajo vayas, mayor será el nivel de convergencia.

En este caso, el reflejo también nos ayuda a potenciar la perspectiva hacia el punto de fuga.