Getaria, a seafaring village proud of its past
Nacida como parte del reino de Navarra en el siglo XII, fue conquistada por Alfonso VIII de Castilla en el año 1200. Ya en la Edad Media era un importante puerto pesquero y sus aguas, además de capturas, fueron campo de batallas navales. La vocación marinera es tal que allí nacieron insignes marinos, siendo Juan Sebastián Elcano el más famoso de ellos.


Una pequeña bahía redondeada bordeada de acantilados constituye Getaria, un pequeño puerto pesquero muy encantador. Al puerto se accede por bonitas callejuelas de piedra y madera. El pescado y el vino blanco (txakoli) están en el centro de atención, especialmente el 17 de enero, durante la Fiesta de San Antonio, una visita obligada. Un paseo por el Monte San Antón ofrece una magnífica vista del mar.

Además de poder llegar por mar, la otra posibilidad de llegar a Getaria es por la carretera N-634 (llamada popularmente la carretera de la costa). ¡El tramo de esa carretera que une Zumaia-Getaria-Zarautz es espectacular!
La carretera de la costa va bordeando la costa (de ahí su nombre), tiene una longitud de 12 km. y 22 curvas con vistas al Cantábrico y ha sido premiada como uno de los paseos más bonitos del mundo. Eso sí, en invierno es un tramo muy conflictivo debido a los innumerables desprendimientos que surgen al estar pegado con la montaña y debido a los azotes del mar.
En el 2007 se construyó un paseo peatonal junto al arcén de esta carretera.
La iglesia de San Salvador es uno de los monumentos a destacar de Getaria. Proyectada en estilo gótico del siglo XIV la mayor parte de ella fue construida entre el siglo XVI y XVIII. Sin embargo su fábrica de arenisca debió de sufrir modificaciones debido a los daños acaecido durante las Guerras Carlistas del siglo XIX. Debemos destacar que fue En esta iglesia donde se celebraron las primeras Juntas Generales de Guipúzcoa en el año 1397.



El txakoli de Getaria es un vino blanco con denominación de origen “Getariako Txakolina” en la que se engloban numerosas bodegas de txakolí que, además, suelen ofrecen unas visitas guiadas muy recomendables (tanto para aprender cómo se trabaja la uva como para probar diferentes tipos de txakoli).
Todas las bodegas costeras del Getariako Txakolina están perfectamente señalizadas, para que cada quien pueda perderse entre los senderos y contemplar a los viticultores cuidando al máximo parras y racimos, hojas y sarmientos sobre pequeños vehículos preparados para este terreno pronunciado y en pendiente.
Nosotros hicimos una pequeña excursión con el coche, subiendo hacia la parte alta, carretera arriba vas encontrándote con multitud de fincas rodeadas de parras, primorosamente ailneadas y cuidadas, con verdes racimos de uva colgando de sus troncos. Aquí las panorámicas son excelentes y del todo recomendables.
Elles sont superbes ces photos. Un bel endroit pour des vacances. Bel après-midi
Merci, mon ami!!!