Para cualquier turista que viene a Barcelona es de visita obligada acudir a la Basílica de la Sagrada Familia, al Parc Güell, hacer fotos a edificios modernistas, ir a la playa de la Barceloneta en verano o subir al mirador de Colón. La Ciudad Condal también presume de sus mercados, como el de la Boqueria, de Sant Antoni o de Santa Caterina. Sin embargo, posee un lugar en el que la compra y venta de productos acaba resultando una experiencia de lo más curiosa: el merado más antiguo de Barcelona, el Mercat dels Encants.
El mercado original de los Encantes viejos, en catalán els Encants Vells, también conocido como el Mercat Fira de Bellcaire, podría ser el más antiguo de Europa pues data del siglo XIV.Los archivos históricos del Ayuntamiento de Barcelona apuntan que es uno de los más antiguos del continente europeo, situándose su fundación en el siglo XIV. La placa que conmemora su fundación data del año 1375, y desde entonces ha ido cambiando de emplazamientos. Algunas de sus ubicaciones han sido la Plaça Nova o la plaza Sant Jaume. Más tarde, en el siglo XVIII estuvo colocado delante de la Lonja y a principios de siglo XX, en la Avenida Mistral y en el Paseo de la Creu Coberta. Finalmente, en 1928 la Fira de Bellcaire – como se conoce popularmente al Mercat dels Encants – se traslada en la Plaza de les Glòries Catalanes, donce se sitúa ahora.La mayoría de los mercados de artículos de segunda mano de otras grandes ciudades europeas, muy conocidos por su atractivo, son bastante posteriores. Por ejemplo, el Rastro de Madrid es uno de los más antiguos, porque su origen se remonta a 1740. En París, los famosos Marchés aux Puces tienen su origen en 1885. El conocido Portobello Road Market de Londres se convierte en mercado de segunda mano a finales de la década de 1940. En Ámsterdam, el conocido mercado de Waterloplein nace, en su versión actual, también en la década de 1940. En Roma, el mercado de Porta Portese no se pone en marcha hasta finales de los años sesenta.Aquellos traperos que vendían objetos de todas clases fuera de las murallas de Barcelona, lo hacían vociferando el precio de las mercancías, «en cantes», de aquí su nombre.Como lo conocíamos hasta hace bien poco, su ubicación en un lado de la plaza de las Glorias, databa del año 1928 cuando se decidió trasladar su antiguo emplazamiento con motivo de la Exposición Universal de 1929.El 25 de septiembre de 2013, finalmente, los Encants estrenaban nuevo emplazamiento, con retraso y no sin sobresaltos, porque se tuvo que posponer la fecha inicial de inauguración, el mes de julio, por una inundación tras una tromba de agua, debida a unos problemas en la cubierta y los bajantes de desagüe. Cabe decir, que el nuevo emplazamiento de los Encants ha conseguido combinar la modernidad con la tradición, un cierto orden con el caos romántico y uno por el decadente de las mercancías de segunda, tercera o cuarta mano expuestas en el sueloSituado en una explanada del distrito de Sant Martí, en Glòries, la plaza que junta los tres ejes más importantes de la ciudad, la Avenida Diagonal, la Gran Vía y la Avenida Meridiana, y resguardado del sol por la Torre Agbar, el Mercado de los Encantes representa un lugar mítico de BarcelonaMás de 500 profesionales y comerciales hacen, año tras año, y día tras día, que este mercado, de más de 15000 metros cuadrados y visitado cada semana por 100.000 personas, le de salida a todo tipo de objetos viejos y nuevos, artesanales y de alta tecnología, siempre a un precio seguramente inmejorable.el nuevo edificio tiene un nuevo elemento que atrae a muchas personas: la cubierta con espejos que refleja la vida que se desarrolla en los pasillos y en la plaza de la subasta. Es uno de los puntos más fotografiados del edificio y casi todo el mundo acaba sucumbiendo a la tentación de buscar entre el hormiguero que refleja la cubierta.La obra del arquitecto Fermín Vazquez ha querido huir de la típica idea preconcebida de centro comercial para realizar una instalación al aire libre. No os perdáis los reflejos de la gente, paradas, etc que podréis apreciar debajo de este techo de acero inoxidable recubierto por aluminio y zinc.El protagonista de este reportaje fotografiándose en el techo del mercadoNos protege en todo momento esa gran cubierta que para mí es lo que le da una nueva personalidad al mercado y funde esa tradición medieval con el siglo XXI de una manera muy natural.Els Encants recibe semanalmente a 100.000 compradores. En él, más de 500 profesionales y comerciantes tienen su negocio y trabajan lunes, miércoles, viernes y sábados de 9 a 17 h.Vista panorámica del nuevo mercado, fotografiada desde el Museu del DissenyReúne las piezas más viejas que se pueden encontrar en la ciudad. En él existe un ancho surtido de artículos que lo convierten en un sitio único para los amantes del reciclaje y productos de ocasión que no se encontrarían en otra tienda convencional. Un lugar pintoresco con gente singular que puede encontrarse en una metrópoli tan mítica como la Ciudad Condal.Detalle de una parada en la planta 0, donde los artículos se amontonan en el suelo o en precarias estanterías, en un orden desordenadoY como no, no podían faltar los famosos chiringuitos, ahora de moderno diseño, donde podremos hacer un receso y comer o beber algoLo que antes era un descampado tercermundista lleno de paradas con un completo desorden y sin una estética regular, ahora ha sido emplazado en un espacio ultramoderno que combina ese desorden de paradas y puestos de venta de segunda mano en el piso 0, con unos niveles de tiendas ordenadas y distribuidas en diferentes niveles rematados por una genial cubierta.Los visitantes que se acerquen a este mercado, que alberga más de 15.000 metros cuadrados, se encontraran olor a mueble viejo, a cacharro oxidado y a chisme desvaído y ….. alguna sorpresa …En la planta baja, o la 0, por debajo del nivel de la calle, tenemos el caos y desorden de puestecillos, algunos en el suelo, donde encontraréis de todo, normalmente de segunda mano.Antigüedades y artículos de coleccionismo, artesanía y calzado, electrodomésticos, juegos y joyería, mobiliario nuevo y de segunda mano, ropa usada, telas de colores y lonas. Todo ello son artículos que no tienen cabida en otro tipo de canal comercial, pero en Los Encantes Viejos, todo vale.Si no es un lugar imprescindible para los turistas sí que os puedo decir que lo es para los barceloneses. Miles de historias han fluido por sus transacciones. Y en algunas ocasiones se encontraban verdaderos tesoros entre sus cachibaches
Antonia es una vendedora que lleva 40 años en Els Encants y explica que su parada es herencia de sus padres. “Nunca me he planteado trasladarme a un local; si no vendemos aquí, imagina en una tienda”, asegura la comerciante. Además, declara que en un mes puede ganar entre 1.300 y 2.000 euros y que los días que se vende más son los viernes y sábados.
Magnífico! Esta exposición de fotos y sus comentarios, invita a visitarlo.
Muchas gracias, me encanta que te encante
Estupendo reportaje Jacinto.
Saludos
Encantado de que te haya gustado. Saludos.
Queda anotado: El Mercat dels Encants (Barcelona), visita obligada. Fantástico reportaje. Gracias