
El Camino de Santiago tiene tantos orígenes como peregrinos que lo realizan, pero solo tienen un destino: Santiago de Compostela. Tras kilómetros y kilómetros, e infinidad de flechas amarillas, los caminos oficiales guían los pasos de quienes se dirigen al Apóstol desde muy diversas procedencias.

El «Camino» es la ruta de peregrinación más importante de la Europa Medieval. Sus orígenes se remontan al siglo IX, con el descubrimiento de la tumba del apóstol Santiago en la ciudad gallega, aunque la tradición jacobea no se institucionalizó hasta el año 1122, cuando el Papa Calixto II estableció el «Año Santo Jacobeo», otorgando el jubileo o indulgencia plenaria (perdón de los pecados) para todo aquel que peregrinara a Santiago en los años en que la festividad del Apóstol coincide en domingo.

Santiago fue declarada en 1985 «Patrimonio Cultural de la Humanidad» por la UNESCO, que consideró su centro histórico uno de los conjuntos urbanos “más bellos del mundo” y uno de los “más indiscutibles bienes patrimoniales de la Humanidad».

Tras días y días de peregrinación, solo quienes han ansiado durante tanto tiempo alcanzar su destino pueden explicar lo que se siente cuando se entra en la Plaza del Obradoiro.

Al llegar por fin a su destino, el peregrino queda extasiado al contemplar ante el la majestuosa catedral, es él lugar idóneo para sentarse a reflexionar sobre el camino y los motivos que nos han llevado hasta allí.

La concha del peregrino, es sin duda el símbolo del Camino de Santiago más universal y representativo, un icono con el que sobran las palabras cuando nos referimos a las rutas jacobeas que llegan a Santiago.

El centro neurálgico de esta maravilla está en la Plaza del Obradoiro y la Catedral, y junto a ella el Hostal de los Reyes Católicos, la Plaza de la Inmaculada y el cercano Monasterio de San Martiño Pinario. Este imponente templo catedralicio que combina tanto románico, como gótico, barroco y líneas neoclásicas tiene una larga historia, y es que ya en el siglo IX el obispo Teodomiro de Iria Flavia identifica aquí un templete romano como la tumba del Apóstol Santiago.

Santiago está plagado de rincones llenos historia, como la Rúa do Vilar o la Rúa do Franco, e innumerables plazas con encanto.

Nosotros también estuvimos allí como turistas, en medio de este espectáculo de piedra, monumentos, peregrinos, visitantes, curiosos y religiosos de todas las nacionalidades y edades.


La Catedral de Santiago acoge al peregrino con los brazos abiertos y es accesible todos los días del año de 7 a 21h. A lo largo del día se celebran cuatro misas en el Altar Mayor, conocidas como Misa del Peregrino, a las a las 7:30, las 9:30, las 12 y las 19:30h, mientras que a las 11h se celebra una quinta misa en la Parroquia de la Corticela.

El Botafumeiro será el protagonista en la Misa del Peregrino. Una ceremonia digna de ser vivida, por su singularidad y grandiosidad, con el recinto a rebosar de público asistente.
El enorme incensario cuelga desde la cúpula central de la Catedral que se ha convertido en uno de sus símbolos más famosos y populares. Pesa 53 kilos, mide 1,50 metros, está suspendido a una altura de 20 metros y en su movimiento pendular puede llegar a alcanzar los 68 kilómetros por hora mientras reparte el humo del incienso por todo el templo.

Para conseguir la Compostela que acredita nuestro camino se ha de cumplir con una serie de requisitos, como haber recorrido como mínimo, los últimos 100 kilómetros hasta Santiago a pie o a caballo, o los últimos 200 si se hace en bicicleta. Eso, y haber peregrinado hasta la tumba del Apóstol con sentido cristiano, cumplimentando debidamente nuestra Credencial del Peregrino a lo largo del recorrido.

Magnífico! ❤️❤️❤️
Muchas gracias querida!! 😊
Merci pour ce beau partage ! Tes photos sont splendides. Bonne soirée
Merci beaucoup, ami Georges!! Bonne soirée
Parece que el diario de tu Camino de 2014 ya no está en su sitio.
Es por si lo cambiaste de dirección o ha desaparecido definitivamente de la web.
Gracias.
Uy que lástima, lo siento, lo borre hace varios años atrás. Saludos.