Todavía se puede respirar su origen medieval, cuando Brujas era una de las principales ciudades de Europa. Alrededor de medio centenar de puentes o brugges, de ahí su nombre, se encargan de contectar los extremos de los numerosos canales que cruzan esta pequeña ciudad, capital de la región de Flandes Occidental, al noroeste de Bélgica.

Esta pequeña ciudad belga es un lugar único, alejada de las ruidosas metrópolis, se trata de un lugar ideal para pasear mientras se admira su rica arquitectura o navegar tranquilamente en barca por los canales que atraviesan esta segunda Venecia del viejo continente.
Por este motivo no ha de extrañar la gran cantidad de turistas de todo el mundo que pasean, o incluso, abarrotan sus calles, monumentos y museos. Para visitar esta bella ciudad deben evitarse los meses de pleno verano.
El mayor atractivo de Brujas es su casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el año 2000.
Una manera práctica de viajar hasta Brujas, es volar hasta Bruselas, y luego desplazarse cómodamente en tren hasta allí. Del mismo modo, si dispones de más tiempo, puedes desplazarte hasta otras ciudades interesantes, como son Gante, Amberes, Lovaina y Malinas. Nosotros aprovechamos para visitar Bruselas, antes de volar regreso a Barcelona.
Si queréis darle más encanto a vuestra visita, os recomiendo ir hasta Damme, un pequeño y pintoresco pueblo cerca de Brujas, al cual se puede acceder en una encantadora excursión de media hora en barco, recorriendo el canal que comunica las dos localidades.
Dejarse perder por sus callejuelas y puentes, navegar por sus canales, visitar sus museos, sus pintorescas tiendas y sus monumentos, pasear de noche al lado de sus canales, es un consejo para deleitarse de los principales encantos de esta ciudad.
Ah! y no olvides tu cámara fotográfica!












I am under the charme.It is a beautiful city that has kept its charm of yesteryear.
I love this city and throughout Flanders. Thanks my friend!