Faro de Cavalleria: el punto más septentrional de Menorca y de las Islas Baleares

Escarpada, solitaria y agreste, la costa norte de Menorca esconde los paisajes más vírgenes de la isla. Para hacerse una idea de su salvaje belleza, basta recorrer el cabo de Cavalleria, la punta más septentrional menorquina. Es unos de los siete faros de la isla de Menorca, y en mi opinión, el más espectacular.

A 90 metros sobre el nivel del mar el cabo tiene su centinela: Un precioso faro que fuera inaugurado en 1857. Para llegar allí hay que tomar una carreterita estrecha de 9 kilómetros que sale desde Fornells.

El faro de Cabo de Cavalleria, el segundo faro más antiguo de la isla, corona el cabo que emerge como un frontón rocoso a 90 metros del nivel del mar y ofrece una espectacular panorámica de la costa norte. El faro mide 15 metros de altura y su haz de luz alcanza las 36 millas náuticas.

Faro Cavalleria es uno de los primeros faros de Menorca que se construyeron, y el más antiguo que se conserva. Su construcción fue motivada por el constante número de naufragios ocurridos en esta zona: más de 700 desde el siglo XIV.

Inspeccionando los alrededores encontramos una pequeña cueva, de no mas de 20 metros, fue usada como polvorín durante la Guerra Civil.

Desde allí obtuvimos una buena vista de l’Illa des Porros.

La zona norte de la isla es llamada de Tramuntana, un terreno irregular y abrupto, con impresionantes acantilados, formado por materiales antiguos que han sufrido grandes deformaciones a causa de su composición geológica, el embate del viento del norte y la elevada salinidad y las condiciones ambientales de la zona, especialmente en la costa, son muy duras.

La estructura circular que se conserva junto al edificio es la antigua cúpula del faro. Se cambió por la actual linterna en 1989. Lamentablemente, su cubierta de bronce fue robada.

En verano, las puestas de sol son fantásticas y, aunque últimamente se ha convertido en un lugar muy transitado, se sigue conservando la sensación de paz y tranquilidad.